Típica de Brasil, la cachaça busca mayor apreciación

Conocida por varios nombres y apodos, la cachaça, una típica destilada de la caña de azúcar, está presente en varias formas en el vocabulario y en la historia de Brasil. A pesar de esto, el sector aún busca su reconocimiento y apreciación como bebida símbolo nacional.

Para el director ejecutivo del Instituto Brasileño de la Cachaça (Ibrac), Carlos Lima, el brasileño aún no conoce la versatilidad y riqueza que hay por detrás de la bebida. “Todavía hay esa marginación de la cachaça y un gran prejuicio. La gente aún prefiere consumir otros tipos de bebidas porque piensan que da más glamour que beber una bebida de calidad, que es un producto único de Brasil.”

Producto de exportación

Uno de los desafíos es promover la exportación de la cachaça como un producto genuinamente brasileño, con denominación de origen.

En este sentido, la cachaça ha obtenido este año el reconocimiento y la protección de la Indicación Geográfica por parte de la Unión Europea tras la firma del acuerdo entre el Mercosur y el bloque. Las reducciones arancelarias también tienden a facilitar los negocios con este mercado competitivo. Hasta ahora, solo cuatro países protegían la denominación de la cachaça: Colombia, Estados Unidos, México y Chile.

Según Lima, más importante que la ganancia monetaria es la protección intangible de este activo que es la cachaça. “Hacer que la Unión Europea reconozca la cachaça es como enviar un mensaje desde donde es la cuna de las indicaciones geográficas más emblemáticas, como el champán, el whisky escocés y productos alimenticios como el parma. Y ahora reconocen la cachaça, esto es extremadamente importante”, dijo.

"La indicación geográfica tiene el papel de prevenir el uso indebido del nombre por parte de terceros, por productos que no son originarios de Brasil”, explicó Carlos Lima.

Diversificación

Según el director, es un desafío para toda la cadena de producción promover la cachaça al público brasileño, incluidos los bares y restaurantes. “A menudo, la persona misma que presta el servicio, que ofrece el producto, no conoce esta riqueza y versatilidad, o ya supone que el cliente no consumirá la cachaça y termina ofreciendo otros tipos de bebidas”, explicó.

El director de Ibrac señala que ya hay establecimientos, eventos gastronómicos y hermandades de consumidores que juegan un papel importante en la elevación del status de la cachaça. “La bebida viene siendo consumida pura y de otras maneras, incluso en la creación de nuevas y tradicionales bebidas, en sustitución a otros espíritus. Hemos estado observando este cambio en el consumo en los últimos años”, dijo.

Lima también recuerda el desarrollo de nuevos productos por parte de las empresas y el trabajo de la academia en innovación y corrección de procesos de producción, lo que ayuda a valorizar la cadena. “Sin embargo, a pesar de que es un producto producido de norte a sur, aún no existe una red nacional de tecnología de la cachaça y eso sería importante para ayudar al micro y pequeño productor”, dice.

Riqueza de aromas y sabores

Desarrollada mientas Brasil era una colonia portuguesa, la bebida también está presente en la música y en la cocina brasileña. Para dar a conocer la cultura y la historia que rodea este destilado, el investigador Felipe Jannuzzi y sus colegas crearon, en 2010, el Mapa de la Cachaça, una página web con guías, recetas y artículos sobre la bebida.

Graduado en Comunicación, Felipe viaja por Brasil conociendo alambiques e investigando los aromas y sabores de la cachaça. En una entrevista con Agência Brasil, explicó que el objetivo es difundir la cachaça en Internet como un patrimonio brasileño, y que el equipo ahora está lanzando la versión en inglés del sitio.

“Conocí a gente increíble. Es una bebida que tiene una gran diversidad de sabores, dependiendo de la región donde se produce. Fui aprendiendo con el tiempo, así que lo que comenzó como un proyecto cultural también se convirtió en un proyecto sensorial por Brasil”, dijo.

Según Felipe, la paleta de sabores de la cachaça se debe a la diversidad de maderas utilizadas en su envejecimiento. Él explicó que la bebida se puede tomar blanca después de la destilación o pasar por maderas. “Todo el mundo lo hace con roble, una madera del hemisferio norte. La cachaça puede pasar por el roble, pero también por más de 30 maderas brasileñas. Esto está muy relacionado con la disponibilidad de esta madera en los sitios de producción”, explicó.

En 2012, el Mapa de la Cachaça fue reconocido por el extinguido Ministerio de Cultura como el mejor proyecto de mapeo cultural de Brasil, y en 2014 ganó una competencia para representar la cocina brasileña durante el Mundial de Fútbol.

Mercado

La capacidad instalada de producción de cachaça alcanza los 1.200 millones de litros en el país, mientras que la producción efectiva es de entre 700 millones y 800 millones por año. Solo se exporta el 1% de lo que se produce, muy por debajo del potencial. En 2018, la cachaça generó ingresos por exportaciones de US$ 15,6 millones (8,4 millones de litros). Actualmente, la bebida se exporta a más de 60 países.

Hay más de 6,3 mil marcas registradas en el sector, que genera unos 600 mil empleos directos e indirectos. Carlos Lima también destaca la cadena productiva de la cachaça, que genera ingresos y fija el hombre en el campo.

El año pasado, el instituto lanzó un manifiesto pidiendo políticas públicas para ayudar al crecimiento del mercado. Entre ellas, la lucha contra la ilegalidad y la informalidad, que supera el 85%, según el sector, la reevaluación de la carga fiscal sobre las bebidas, y el aumento de la promoción y protección del producto.

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