Presidente habla de su participación en protesta el fin de semana

El presidente brasileño Jair Bolsonaro defendió este lunes (20) la existencia de un Supremo Tribunal Federal (STF) y un Congreso Nacional "abiertos y transparentes". Al dejar el Pacio del Alvorada (residencia oficial) esta mañana, se detuvo para hablar con partidarios sobre su participación en un acto por el día del Ejército realizado el domingo (19) frente al cuartel general de esa institución, en Brasilia.

Los manifestantes portaban carteles y pancartas llamando al cierre del Congreso y del STF y defendiendo el AI-5 (Acta Institucional N.º 5), utilizado durante la dictadura militar para castigar a opositores y destituir a parlamentarios.

En esa ocasión, después de saludar a cientos de personas, el mandatario hizo un discurso encima de la trasera de una camioneta. "Estoy aquí porque creo en ustedes. Ustedes están aquí porque creen en Brasil. No queremos negociar nada. Queremos acción. Lo que era viejo se quedó atrás. Tenemos un nuevo Brasil por delante. Todos tenemos que ser patriotas y hacer nuestra parte para que el país tenga el lugar destacado que se merece. La era de la perrería se ha terminado. Ahora quien está en el poder es el pueblo", dijo.

Hoy, provocado por un adherente que pedía el cierre del STF, Bolsonaro reaccionó: "No me hables de cierre. Aquí no hay que cerrar nada. Esto es una democracia donde respetamos la Constitución. Es mi casa, es tu casa. Así que, por favor, no me hable de eso. Supremo abierto, transparente. Congreso abierto, transparente", dijo.

El jefe de Estado afirmó que el lema de la protesta era el derecho a volver al trabajo y salir a la calle. Además, culpó a "infiltrados" en la manifestación por los gritos y pancartas.

"En todos los movimientos hay infiltrados, gente que quiere ejercer su libertad de expresión. Respeten la libertad de expresión. En mi discurso, que no duró ni dos minutos, no dije nada en contra de ningún poder, todo lo contrario. Queremos volver a trabajar, la gente lo quiere. Estaban allí saludando al ejército brasileño. Eso es todo. El resto es pura invención, un intento de incendiar una nación que todavía funciona con normalidad", dijo el presidente.

Relajamiento

Bolsonaro, que siempre defendió el relajamiento de las medidas de aislamiento social contra el coronavirus, nuevamente criticó a los gobernadores favorables a dichas medidas. "Todo lo que se hace en exceso puede causar problemas", dijo. En algunos estados, dijo, las medidas restrictivas no alcanzaron su objetivo. "Espero que esta sea la última semana de combatir el virus con esa cuarentena, con todos en casa. La gente no puede quedarse en casa con la nevera vacía", dijo.

"Cerca del 70% de la población se va a contagiar, no resuelve querer huir de eso, es un hecho. ¿Están con miedo a la verdad?" dijo.

Reacciones

Los mensajes de la protesta que pedían el cierre del Congreso, del STF, y la intervención militar provocaron reacciones de representantes de los poderes judicial, legislativo, gobernadores y entidades que representan a la sociedad civil, bien como de antiguos aliados de Bolsonaro.

El jefe de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, que fue uno de los principales blancos de los manifestantes, repudió "cualquier acto que defienda la dictadura, atentando contra la Constitución".

Entidades como la Asociación Nacional de Procuradores de la República (ANPR) también se manifestaron. La ANPR dijo que "ve con preocupación las manifestaciones de grupos de todo el país que defienden el cierre del Supremo Tribunal Federal y del Congreso Nacional y la vuelta de la dictadura". "La marcha democrática es una conquista civilizatoria que no admite retrocesos. Sin democracia, no hay libertad o ciudadanía; no hay derechos individuales o sociales; no hay lucha contra la corrupción. La defensa del régimen democrático y sus fundamentos es, por lo tanto, el deber de toda la sociedad brasileña y la misión principal del Ministerio Público", dijo.

A través de Twitter, los ministros jueces de la Corte Suprema criticaron la manifestación. "Es aterrador ver manifestaciones en favor el regreso del régimen militar después de 30 años de democracia. Defender la Constitución y las instituciones democráticas es parte de mi papel y mi deber", dijo el ministro juez Luiz Roberto Barroso.

Otro magistrado de la corte, Gilmar Mendes, dijo que la crisis del nuevo coronavirus "solo se superará con responsabilidad política, unión y solidaridad".

También a través de Twitter, el ministro juez Marco Aurélio Mello calificó a los manifestantes de "nostálgicos inoportunos" y dijo que hay una escalada de autoritarismo en Brasil. "No hay lugar para la regresión. Vivimos en una democracia y seguiremos así. La visión totalitaria merece la excomunión", dijo.

Gobernadores de varios estados, incluidos los tres más afectados por la pandemia -São Paulo, Río de Janeiro y Ceará- también se manifestaron. El gobernador de São Paulo, João Doria, calificó de "lamentable" la actitud del presidente. "Es lamentable que el presidente de la República apoye un acto antidemocrático, que afronta la democracia y exalta la dictadura. También repudio los ataques al Congreso Nacional y a la Corte Suprema. El país necesita superar la pandemia y debe preservar su democracia", dijo.

Para Wilson Witzel, gobernador de Río de Janeiro, "en lugar de incitar a la población contra los gobernadores y comandar una red de noticias falsas que trata de asesinar nuestras reputaciones, el presidente debería ocuparse de la salud de los brasileños. Continuamos con la misión de enfrentarnos al COVID-19".

Camilo Santana, gobernador de Ceará, calificó de "inaceptables y repugnantes" actos como el de domingo en Brasilia. "Brasil nunca se someterá a ese tipo de amenaza", dijo.

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